La sonrisa genera una marca positiva en el rostro de quien puede hacerlo.
Sin embargo, aunque parezca extraño, no todas las personas viven la hermosa experiencia de sonreír y las razones son varias, entre otras, no contar con algunas piezas dentales por pérdida debido a falta de acceso y cuidado con la higiene bucal, por ejemplo.
De allí que el programa “Sembrando Sonrisas”, iniciado el año pasado en San Bernardo, y antes a nivel de otras comunas del país, arroja un resultado preocupante entre nuestros niños y niñas en edad pre – escolar.
De 66 establecimientos considerados en el programa, con una dotación de 4093 niños y niñas, el 90% no contaba con las condiciones de higiene en materias que son aparentemente simples de aplicar, especialmente a nivel de la casa.
Ese alto porcentaje no contaba con cepillo dental ni pasta dentífrica y en los centros de atención pre – escolar no eixistía un lugar físico para guardar esos implementos, herramientas claves para adquirir el hábito de la higiene bucal.
La tarea de Sembrar una Sonrisa es un compromiso compartido y para ello, además de las “tías” que atienden a niños y niñas en edad pre – escolar, se necesita el apoyo de profesionales especializados en esta materia.
¿Qué hacer para alcanzar el objetivo deseado?
Empoderar a las Educadoras de Pärvulos en orden a asumir la responsabilidad en estas tareas de higiene, procurando que cada niño o niña cuente con un cepillo, pasta dental y un lugar donde mantener estos implementos, llevarlos a que cumplan con la tarea de cuidar su higiene bucal lavando sus dientes de manera frecuente para mantener una dentadura sana.
La metodología de trabajo propuesta para alcanzar el hábito de la higiene bucal en nuestros niños y niñas es, pues, un desafío que compromete a todos quienes tiene responsabilidad con los menores: los padres en casa y las tías en los jardines.
A este compromiso se suman las profesionales del área de la salud para que, a través del hábito y del reforzamiento en higiene bucal, logremos disminuir el alto porcentanje de niños y niñas que hoy no tienen los elementos para cuidar su boca ni menos el cuidado y seguimiento que debe aplicarse en esta materia por parte de los adultos.
En estricto rigor, se necesita adhesión al compromiso con los menores para alcanzar una buena cosecha después de Sembrar una Sonrisa.
Un equipo de profesionales y especialistas en materia de cuidado en higiene bucal se encuentra abocado a esta tarea y esperan que muchas personas se sumen a esta campaña fundamental.
El objetivo sanitario de la década 2011 – 2020 es precisamente lo que está relacionado con la salud oral.
En nuestra comuna se creó el Concurso de Cepilleros, del Club Diente Sonriente, y este año están invitados a participar cerca de 100 establecimientos, entre jardines y colegios que fueron fluorados (aplicación tópica de barniz de flúor a niños de 2 a 5 años).
El concurso señalado apunta a motivar e incentivar a la Educadoras de Párvulos, Padres y Apoderados a sumarse para crear las condiciones y el hábito de cepillado a nuestros niños y niñas.
La formación de este hábito demuestra estadísticamente que el hábito de higiene bucal se logra en esta etapa.
UN NIÑO SANO SERA UN ADULTO SANO
Alejandra Román Platoni, Cirujano Dentista y Coordinadora de Odontología Comunal de la Corporación Municipal de Salud, Educación e Infancia, junto a Martha Lista Casado, Odontopediatra, Francisca Orrego, Cirujano Dentista, Paulina Baquedano, Cirujano Dentista, David Reyes, TENS en Odontología, Tamara Álvarez, TENS en Odontología, Kristel Abrigo y Nahomi Trujillo, Administrativos, todos pertenecientes al Club Diente Sonriente, están al frente de esta nueva campaña que, confiamos sinceramente, nos entregará los resultados que nos permitirán contar con niños y niñas que crezcan con una hermosa sonrisa, gracias al compromiso de Sembrar Sonrisas.
