Los alumnos le abrieron paso a la cureña que trasladó los restos de Don Domingo Eyzaguirre y siete combatientes de la Guerra del Pacífico, desde el cementerio Parroquial a la cripta de la Catedral de la comuna.
La Corporación Municipal de Educación y Salud también quiso estar presente durante el funeral de Estado que se efectuó el sábado 4 de septiembre en la comuna, ocasión en que se trasladaron los restos del fundador de San Bernardo, don Domingo Eyzaguirre y Arechavala, y siete héroes de la Guerra del Pacífico desde el cementerio Parroquial a la cripta de la Catedral.
Durante el paso del cortejo, los alumnos de los colegios Isabel Riquelme, Libertador Bernardo O'Higgins y Manuel Magallanes Moure abrieron paso a la cureña con los restos de los próceres, la cual era tirada por seis caballos fina sangre del Ejército. A su vez, un grupo de estudiantes del liceo Valle de Lluta escoltó a la procesión durante todo el trayecto, así como también un grupo considerable de directores de los establecimientos educacionales y de salud municipal de la comuna.
Dicha ceremonia, inédita en el país, se enmarcó en la celebración del Bicentenario de Chile en San Bernardo, la cual fue promovida por el Obispo, Monseñor José Ignacio González, la gobernadora de la Provincia del Maipo, Amparo García y la alcaldesa Nora Cuevas junto al Concejo Municipal.
Don Domingo Eyzaguirre y Arechavala, de acuerdo a instrucciones del Director Supremo Bernardo O'Higgins, fundó la Villa de San Bernardo en 1821, hoy la octava comuna más grande del país. Respecto a los héroes de la Guerra del Pacífico, se trató de un grupo de jóvenes que participaron en las batallas de Chorrillos, Miraflores, Sangra, La Concepción, Huamachuco y la entrada a Lima junto a todo el ejército chileno, entre otras.
Dichos héroes de la Patria fueron Joaquín Barrientos Contreras, Isamel Soto Islas, José Francisco Vargas, Juan Durán, José Luis Jeldres, José Eufasio González y Juana Alcaíno Ibarra, ésta última figuró como una cantinera que por amor siguió a su marido a la guerra vestida de hombre para enrolarse en el contingente chileno, combatiendo en la Batalla de Chorrillos y Miraflores. Posterior a ello, falleció como indigente y olvidada en San Bernardo, el 19 de Junio de 1930.
