Después de una intensa semana de preparación docentes, equipos directivos, y padres y apoderados de los colegios Abraham Lincoln, Carlos Condell, Lucila Godoy dieron sentido a la celebración del día del libro. La organización creativa de la fecha se ha ido transformando en una verdadera fiesta, en un parque de alegría que ha iluminado patios, salas, y el entorno escolar en una nueva conmemoración que la Unesco declaró como el día mundial del libro y del derecho de autor. Recordemos que este mes fallecieron dos grandes escritores; Shakeapeare y Cervantes, y nacieron otros escritores como Druon, Nabokov y Josep Pla.
El ambiente escolar literario, alegre y dinámico tuvo como principales protagonistas a los estudiantes que disfrutaron, se caracterizaron, ambientaron sus salas, murales, entorno y actuaron los distintos cuentos, novelas, poemas de distintos escritores chilenos y extranjeros frente a sus padres y madres que disfrutaban orgullosos. Debemos reconocer la enorme preocupación por caracterizar a sus hijos de los distintos personajes de los más famosos libros, desde pre básica a cuarto medio. Es así como pudimos participar de chocolates literarios, cafés literarios, concursos de comprensión, caracterización, horas del cuento, etc.
Las celebraciones del día del libro cada año están contribuyendo a reconocer y visibilizar la lectura como derecho y práctica que contribuye a acortar las brechas sociales y culturales, promoviendo el acceso a diversas prácticas y soportes de la lectura a lo largo de todo el ciclo de escolar y formando estudiantes, críticos, creativos, reflexivos y participativos por lo que se han ido transformando progresivamente en un proyecto amplio e inclusivo, que es más que la celebración de un hito para ir ocupando un lugar central en el comportamiento lector de los estudiantes inspirando a los docentes a tomar el desafío de hacer leer como “se come, todos los días, hasta que la lectura sea como el mirar, un ejercicio natural pero gozoso” como dijo Gabriela Mistral.
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